Las duquesas de la basura

jueves, 24 de noviembre de 2011

Las Duquesas de la Basura

Decenas de mujeres se dedican a escudriñar entre la basura del Vertedero de Duquesa de Santo Domingo.

Desde lejos se observan cadenas de montañas formadas de basuras que imponen un paisaje agreste. Las vías de acceso son intransitables, el olor es incomparable, la organización no existe y las mujeres bucean y negocian.

La igualdad de género en el sector laboral no se detuvo en las grandes empresas nacionales. Así como la administración de un banco esta a cargo de una mujer, también en el vertedero de Duquesa las mujeres se dedican a rebuscar entre la basura. Es la pobreza extrema la que obliga a docenas de mujeres a bucear en los desperdicios de todo tipo que llegan al vertedero, afirmo un empleado del lugar, quien no quiso ser identificado.


Max Da Silva, gerente de operaciones del vertedero Duquesa, señala que tanto hombres como mujeres de los denominados buzos utilizan el vertedero como un medio de obtención para su sustento ignorando el peligro que les asecha y el riesgo al cual se exponen.

El vertedero de Duquesa con 1, 572,500 metros cuadrados recibe desperdicios de alrededor de tres millones de habitantes, es el mas grande del país y acoge a diariamente a decenas de buzo y buscadoras en su mayoría haitianos.

Da Silva explica que el mismo opera quince horas diarias donde recibe alrededor de 400 camiones recolectores de desechos sólidos que depositan mas de 3 mil 800 toneladas de basura al día, lo que equivale a 100 mil toneladas al año.

Un estudio realizado en el 2007 por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMAR) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) arrojo que la dioxina y el furano provenientes de la quema de residuos en épocas anteriores son contaminantes que permanecen en el vertedero y son recibidos por las personas, animales y medio ambiente.


La Dioxina es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un contaminante ambiental perteneciente a un grupo de productos químicos peligroso y preocupante, por su elevado potencial tóxico. Este contaminante afecta varios órganos y sistemas del cuerpo humano y una vez penetra al organismo, puede durar entre 7 y 11 años.
El Furano, a su vez, es altamente inflamable y muy volátil, tóxico y puede ser cancinógeno.


Guillermina Heredia forma parte de las docenas de mujeres que bucean en el vertedero. Ella tiene 30 años de edad s y reside en el kilómetro 26 de la Autopista Duarte. Cada mañana asiste al vertedero y escudriña entre montones de basura . Hoy encontró un par de zapatos, dos camisas y algunos materiales plásticos los cuales venderá para poder darle de comer a sus tres hijos.

La feminidad se ve asaltada ante el ejercicio de esta labor. Apenas se distingue el sexo de las personas, a simple vista todos parecen hombres.

Maria Pie utiliza botas de goma hasta las rodillas, sus manos están cubiertas de mugre y su rostro luce pensativo. En sus manos lleva un saco que en su interior posee piezas de vestir y asegura que son para su uso personal.

La inconciencia ante un peligro eminente es consenso. Las buceadoras rebuscan entre la basura como si estuvieran la certeza de que un gran tesoro le espera, pero no dejan de estar atenta al movimiento de la pala mecánica que se encarga de aplanar la basura, ya que es al único peligro que le temen. Esta se desliza a gran velocidad sobre la basura y su conductor no da ningún aviso de su paso.

Felicia Santos reside en la comunidad de Duquesa y se dedica a recoger periódicos en el vertedero. Cuando logra juntar 100 kilos los vende por RD 200 pesos. Tiene siete hijos que mantener y una nuera que la acompaña al vertedero.


Las comerciantes

Ante abominable hedor y enjambres de moscas y mosquitos, Debajo de un furgón, que se usa como oficina del vertedero, se encuentra el comedor de Lourdes victoriano. Sentada en una cubeta plástica que tiene varios agujeros Lourdes dirige su comedor. A su lado hay varios recipientes que contienen alimentos (yuca, espaguetis, arroz y pan). El plato del día cuesta entre RD 50 Y 60 pesos.

Lourdes, quien reside en Duquesa, tiene tres hijos entre 16, 18 y 19 años, desertaron de la escuela ya que no querían continuar estudiando, dijo su madre.

Lleva tres años en con su negocio y asegura que nunca nadie se ha enfermado por ingerir los alimentos que vende.
Dichosos ellos ( los buzos y buceadoras) que encuentra quien les venda algo de comer aquí, expresó con enojo.

Al igual que Lourdes, con ocho mese de gestación y sus degustados senos casi al aire, Mari Luz José negocia en el vertedero. Vende cigarrillos y agua en fundas. Cuando logra tener buena venta consigue entre 200 y 400 pesos.

Sin embargo, la líder comunitaria Selenia Pujols asegura que se han dada alrededor de 15 casos de cólera en la comunidad de Duquesa, la cual se encuentra ubicada a 500 metro del vertedero. Añade que las enfermedades respiratoria y de la piel son muy frecuentes en la zona.

Pujols explica que las personas que ingieren comida en el vertedero están expuestas a doble contaminación tanto por parte de los consumidores, que ingieren alimentos con las manos sucias, así como la contaminación que adquiere la comida debido a la condición antihigiénica en la cual se venden.

Segun la Oficina Nacional de Estadística (ONE) en el 2002 el sector de Duquesa tenia 2 mil 200 76 habitantes, número que se a triplicado luego del terremoto de Haití del pasado año señaló el presidente de la junta de Vecinos de Duquesa, Pedro Julio Crisóstomo.

Por otra parte, la cantidad de moscas y mosquito que había en la comunidad se ha reducido gracias a que la administración del vertedero le ha proporcionado ayudas para proceder a fumigar cada semana.
« Antes, para poder comer había que entrar a un mosquitero por la cantidad de insectos que llegaban a la comunidad procedente del vertedero de Duquesa» aseguró el residente de la Junta de Vecinos.

Lamenta que las condiciones de las calles que comunican a la comunidad y al vertedero con la Autopista Jacobo Majluta sean detestables.


La comunidad de Duquesa cuenta con una sola escuela en la que se imanten docencia hasta 4to grado. La deserción escolar es frecuente y una de las causas es que cuando los niños aprueban el 4to grado deben trasladarse a otras comunidades a recibir el pan de la enseñanza y son pocos los padres que pueden costear los gastos de trasporte que conlleva el traslado de los infantes, manifestó.

La organización internacional Aidé et action esta presente en la comunidad. Actualmente desarrollan el proyecto ‘lucha contra la explotación infantil. Reforzando capacidades educativas y técnicas para reducir formas de explotación infantil y juvenil’.

La entidad sin fines de lucro contribuye con la educación de los más jóvenes de la comunidad. . El centro cuenta con 20 facilitadoras que ofrecen a los niños apoyo educativo mediante salas de tareas que se llevan a cabo en el horario vespertino.


Mientras tanto algunas madres de estos niños se juegan la vida en un mar de basura infinito.
La percepción del hedor se percibe minimizada cuando la permanencia en el lugar sobrepasa los 60 minutos.

Estas navidades siniestras

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ya nadie se acuerda de Dios en Navidad. Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que semejante despelote es para celebrar el cumpleaños de un niño que nació hace 2.000 años en una caballeriza de miseria, a poca distancia de donde había nacido, unos mil años antes, el rey David. 954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran. Lo celebran además muchos millones que no lo han creído nunca, pero les gusta la parranda, y muchos otros que estarían dispuestos a voltear el mundo al revés para que nadie lo siguiera creyendo. Sería interesante averiguar cuántos de ellos creen también en el fondo de su alma que la Navidad de ahora es una fiesta abominable, y no se atreven a decirlo por un prejuicio que ya no es religioso sino social.Lo más grave de todo es el desastre cultural que estas Navidades pervertidas están causando en América Latina. Antes, cuando sólo teníamos costumbres heredadas de España, los pesebres domésticos eran prodigios de imaginación familiar. El niño Dios era más grande que el buey, las casitas encaramadas en las colinas eran más grandes que la virgen, y nadie se fijaba en anacronismos: el paisaje de Belén era completado con un tren de cuerda, con un pato de peluche más grande que Un león que nadaba en el espejo de la sala, o con un agente de tránsito que dirigía un rebaño de corderos en una esquina de Jerusalén. Encima de todo se ponía una estrella de papel dorado con una bombilla en el centro, y un rayo de seda amarilla que había de indicar a los Reyes Magos el camino de la salvación. El resultado era más bien feo, pero se parecía a nosotros, y desde luego era mejor que tantos cuadros primitivos mal copiados del aduanero Rousseau.

La mistificación empezó con la costumbre de que losjuguetes no los trajeran los Reyes Magos -como sucede en España con toda razón-, sino el niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no sólo porque yo creía de veras que era el niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo. Además, por pura lógica de adulto, pensé entonces que también los otros misterios católicos eran inventados por los padres para entretener a los niños, y me quedé en el limbo. Aquel día como decían los maestros jesuitas en la escuela primaria- perdía la inocencia, pues descubrí que tampoco a los niños los traían las cigüeñas de París, que es algo que todavía me gustaría seguir creyendo para pensar más en el amor y menos en la píldora.

Todo aquello cambió en los últimos treinta años, mediante una operación comercial de proporciones mundiales que es al mismo tiempo una devastadora agresión cultural. El niño Dios fue destronado por el Santa Claus de los gringos y los ingleses, que es el mismo Papa Noél de los franceses, y a quienes todos conocemos demasiado. Nos llegó con todo: el trineo tirado por un alce, y el abeto cargado de juguetes bajo una fantástica tempestad denieve. En realidad, este usurpador con nariz de cervecero no es otro que el buen san Nicolás, un santo al que yo quiero mucho porque es el de mi abuelo el coronel, pero que no tiene nada que ver con la Navidad, y mucho menos con la Nochebuena tropical de la América Latina. Según la leyenda nórdica, san Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germanicas del Norte a fines del siglo XVIII, junto con el árbol de losjuguetes. y hace poco más de cien anos pasó a Gran Bretaña y Francia. Luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar. Con todo, tal vez lo más siniestro de estas Navidades de consumo sea la estética miserable que trajeron consigo: esas tarjetas postales indigentes, esas ristras de foquitos de colores, esas campanitas de vidrio, esas coronas de muérdago colgadas en el umbral, esas canciones de retrasados mentales que son los villancicos traducídos del inglés; y tantas otras estupideces gloriosas para las cuales ni siquiera valía la pena de haber inventado la electricidad.

Todo eso, en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala. Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere. La oportunidad providencial de salir por fin de los compromisos aplazados por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones. Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños -viendo tantas cosas atroces- terminen por creer de veras que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos.

Reportaje sobre el sector La Barquita

viernes, 11 de noviembre de 2011


ENTRE POBREZAS, INNUDACIONES, ENFERMEDADES Y DELINCUENCIA NAUFRAGA LA BARQUITA DE LOS MINA.
Salir en ropa interior quedó atrás hace mucho tiempo. Realizar esa acción hoy en día es provocar a una jauría de lobos y perros hambrientos en plena selva.

Han pasado más de treinta años desde que el hecho de salir semidesnudo no era nada raro entre los residentes de La Barquita. Daniel José Ortega llegó a este sector en el invierno de 1979, proveniente de Batey seis, Barahona. Narra que a su llegada al lugar solo había cuatro casitas en las proximidades del Río Ozama y que los habitantes de la zona solían hacer sus quehaceres domésticos y movilizarse dentro del sector en ropa interior.

Definitivamente, esa Barquita de la que habla Daniel ya no existe, al día de hoy en ese mismo lugar, en la parte Este de la ciudad de Santo Domingo se encuentra ubicada una nueva Barquita. Ya no son cuatro las casitas, son miles construidas de latas viejas y oxidadas, madera y block. Regularmente están techadas de zinc. Algunas tienen pisos de cemento y otras de tierra. Se respira un olor a humedad indescriptible. La basura abunda en cada uno de los callejones que componen el sector. Las calles apenas poseen aceras que los mismos pobladores han construido.

Los pocos baños que hay son letrinas hediondas y mal construidas. El mal olor es inaguantable.

Dos iglesias evangélicas y parroquia, un hospital, el cual aun no esta inaugurado, cinco colmados pequeños y con poca mercancías, una vieja casucha donde compran metales son las estructuras mas notable que componen el sector.

La gente evita el cadente sol. Un conjunto de sillas y mesas decoran los callejones. Hombres de todas las edades a tempranas horas de la mañana juegan dominó y barajas.
Algunos se dedican a la albañilería, pero dicen no tener trabajo. Los niños descalzos y desnudos están en todas las esquina. Los perros, cerdos, gallinas y seres humanos comparten el mismo hábitat.
Se acercan el medio día y los aromas a comida no existen. Las mujeres están en la orilla de sus casa platicando. Los quehaceres domésticos no son frecuentes en el lugar. Una bachata de Anthony Santos suena a todo volumen y hace contraste con el sonido de los dominós.

Daniel Ortega aún no ha comido y ya pasan de las tres de la tarde. Su casa está oscura y vacía. En su rostro se observa una línea se sudor que llega hasta su mandíbula. Sus manos están desgastadas por la edad. Su mirada se dirige a hacia la parte izquierda de su vivienda donde se encuentra su triciclo. Es un triciclo que otrora fue pintado de azul pero el oxido apenas permite la percepción del color.
Su dueño sufría constantes persecuciones por cometer el delito de vender caña en las principales calles de Santo domingo. Un buen día se canso de tanta persecución y dejó a un lado su triciclo estableciéndose en su hogar a merced de la compasión de los vecinos.

Cuando el río sale de su cauce e inunda las casas más vulnerables de sus vecinos, él les brinda refugio en la suya porque su casa está ubicada en una zona donde, según Daniel, tiene que llover varios días consecutivos o suceder algún huracán para que ésta se inunde.

Se queja de las autoridades gubernamentales actuales y con un español matizado por un creole evidente, dice que éstas no gobiernan para los pobres sino para los ricos.
Alguien vocifera el nombre del casi anciano. Corre a toda prisa y da al traste con un baso de aluminio que estaba ubicado cerca de sus pies. Lamentablemente, no es ningún vecino que regresa con el bocado esperado, es uno de los muchachos del barrio que quieres saludarlo. El ya no cree en la solidaridad de los gobierno pero si en la de sus vecinos.

Solidaridad que algunos recibieron cuando el gobierno les entrego una tarjeta. En el estrecho callejón tres hombres, Dos de ellos vestido de civil y uno de militar con escopeta , y una mujer con verifone en mano y con vestimenta diferente a las de las mujeres que estaban sentadas en las aceras.
Ellos son los representantes de Edeste y se encargan de cobrar la energía eléctrica. El verifone no es porque los moradores tengan tarjetas de créditos sino porque algunos tienen la tarjeta solidaridad, la cual pueden utilizar para pagar la energía eléctrica, gas propano, compra de productos comestibles de primera necesidad en comercios autorizados, y seguro medico.
Varios de los residentes se niegan a pagar la energía y alegan que solo reciben apagones.

Inundaciones Ana Pérez lleva 22 años viviendo en La barquita. Posee un pequeño colmadito, el cual está casi vacío. Dos fundas de pan y una de galletas y unos cuantos dulces. Cuando el río salio de su cauce dos semanas atrás varias de sus mercancías se mojaron y ahora debe esperar para surtir su comercio.
Yanet Montero no corrió con mejor suerte. La cama de sus hijos, su televisor y otros ajuares no pudieron sobrevivir a la crecida del Río Ozama.
Ella perdió la cuenta del tiempo que tiene residiendo en el sector, solo sabe que vino cuando era muy niña desde El Cercado. Hoy ya tiene 32 años y es madre de cuatro niños. Tiene un esposo pero no tiene empleo por lo que no puede colaborar con los gasto de la casa.
Descalza y con el pelo descuidado utiliza su dedo pulgar para señalar el piso de la que cuatro años atrás fue su casa antes de que la tormenta Noel y el Río Ozama se encargaran de acabar con todos sus ajuares. Los restos del piso están ubicados a dos metros del la orilla del río.

Luego de la tragedia, recibió 15 mil pesos de parte de las autoridades con los cuales alquiló una casa, pero después no pudo continuar pagándola por lo que tuvo que volver a su antigua morada.
Hoy en día, vive a cuatro metros de la orilla en una casita de madera techada de zinc y con el baño a cinco pasos de la entrada de la vivienda.

Yanet y su familia componen la cifra de mas de 925 familias que residen el en sector de La barquita, según un censo realizado hace cuatro años por organizaciones comunitarias.
925 familias que tiene un promedio de cinco hijos que vive en una pobreza extrema y a la merced de las lluvias.
Marisela Duval, directora de la Escuela de Sociología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD, considera que la situación de extrema pobreza que se vive en La Barquita son indicadores de la gran desigualdad social y económica que caracteriza la Republica dominicana y que se expresa en condiciones de vida diferentes.
La socióloga indica que a lo largo de la historia no hemos sido gobernados con el interés de socorrer a la población y que el origen de este mal es más notable en la Era de Trujillo. La mayoría de los estudios realizados demuestran que la economía dominicana produce riqueza, pero no se distribuye.
´´El 10% de la población absorbe el 80% de las riquezas y el 80% de la población absorbe de 10% al 20% de las riquezas. Los gobiernos no han desarrollado políticas sociales de protección a la población. No hay un Estado de derecho sino un afán de permanecer en el poder, señala Duval.

Tiene la certeza de que los dos elementos fundamentales de una nacion son la Salud. y la educación, sin la presencia de estos no hay mal social que tenga solución.

Enfermedades
La falta de conciencia del problema de las enfermedades es mas grave de lo que aparenta. El sol casi se oculta y cinco niños desnudos buscan pedazos de metales u objetos que puedan tener algún valor para luego venderlos.
Richard es un experto buzo tanto en basura como en el agua. Tiene 7años y no conoce los riesgos a los cuales se expone al penetrar al río sin ropa ni calzados. Las enfermedades que pueda adquirir le importan muy poco, solo saben que tiene hambre y está en ´´piyamas´´, es decir, todavía no ha comido nada.


Hepatitis, dengue y cólera son algunas de las enfermedades mas frecuentes en La Barquita.
La basura está presente en cada rincón del sector, tanto la que desechan los moradores como las que arrastra el Río Ozama.

El pasado 10 de junio el periódico Hoy Digital publicó que en menos de 48 horas dos niños de apenas meses de nacidos han muerto en el hospital Materno e Infantil San Lorenzo de Los Mina uno se cree que por cólera y otro por bronconeumonía. Primero murió el niño Ángel Encarnación, de seis meses de nacido, quien había sido llevado de urgencia a dicho hospital con vómito y diarrea.
En el centro asistencial instaron a la madre del pequeño, Idele Encarnación, a no decir que murió de cólera sino de un paro cardíaco.
De su lado, Mirella Encarnación, tía de Angel, tiene un hijo de 13 años con vómito y diarrea a quien llevó al hospital San Lorenzo de Los Mina, pero como entendió que no lo atendían adecuadamente y se lo llevó a su casa con todo y suero.
En tanto que el miércoles murió el niño Juan Antonio Rodríguez, de tres meses, luego que fuera ingresado al mismo hospital con dificultad para respirar.
El pasado viernes 15 de julio murió Ana Encarnación de 84 años presuntamente de cólera en La Barquita.

Iris Ortega, médico ayudante del Centro de atención primaria San José /todavía no se ha inaugurado/ ubicado en el sector de La barquita dijo no conocer el caso de la anciana fallecida ya que el centro para el cual ella trabaja aún no esta brindando servicios a la comunidad.
Enfatizó que la insalubridad en que viven los moradores del sector los hace más vulnerables a cualquier enfermedad, principalmente cólera.

´´ Los baños no son muy abundantes y los pocos que existen desembocan en el mismo rió que está muy próximo a las casas de los moradores, agregó




Delincuencia
´´La delincuencia es peor que el río´´, susurra con voz temerosa Susana Medina, estudiante del quinto semestre de medicina en la universidad estatal.
Narra que toma clases hasta las 12 del medio día porque sabe que vive en un barrio muy peligroso y los tigres no conocen a nadie, necesitan conseguir dinero de cualquier modo.
Uno de los motivos que la empujan a seguir estudiando es la esperanza de completar sus estudios y poder conseguir empleo para así sacar a su familia de La Barquita.

El alto nivel de violencia que existe en la zona se hace notar con tan solo observar a los jóvenes de la zona. Brazos y pierna amputadas, enormes cicatrices en todo el cuerpo.

Henry Herrera es un joven que habita en la Barquita. Define el sector como una tierra de miseria, necesidad y un ambiente muy influenciable principalmente para los jóvenes.
Comenta que es muy difícil no dejarse influenciar por los demás delincuentes cuando el hambre y la necesidad se apoderan de ellos.

La presidenta de la junta de vecinos del Maleconcito de Katanga, Juana Vázquez explica que además de la venta de estupefacientes, las riñas entre bandas por disputas de puntos de drogas son muy frecuentes.
Reveló que las autoridades tienen un proyecto de construir una escuela laboral en La Barquita porque una de las debilidades del sector es que no posee escuelas.

De los delincuentes nadie quiere hablar, con ojos temerosos algunos residentes dijeron que la policía está haciendo su trabajo. La venta de estupefacientes y el consumo de los mismos son alarmantes según una fuente, la cual pidió no revelar su nombre.


El sol ya casi se oculta y los malhechores asechan su próxima víctima, algunos lograron llevar cuchara a la boca otros no, y mientras esto pasa la música se apaga debido a un terrible apagón. Así discurre la vida en la barquita mientras navega hacia un naufragio eminente.




Zoom¿POR QUÉ LA BARQUITA
Según los residentes mas antiguos del lugar , el origen del nombre del sector La barquita se origina de la construcción de un fuente flotante para pasar de Los Mina a Sabana Perdida.

Centro Cultural de las Telecominicaciones

Centro Cultural de las Telecomunicaciones

Las puertas se abren tan solo de sentir que alguien se acerca a ellas. Hermosos murales, que representan una cronología de la comunicación humana desde los primeros pobladore hasta nuestros tiempos, hechos por el muralista Cristian Martínez. Una enorme rosa en el centro de la recepción, se llama Rosa de los vientos y en su centro se lee la siguiente insignia: Comunicando bajo los cuatro puntos cardinales.

Una pantalla 3D s se enciende y un pequeño robot da la bienvenida a los visitantes. La voz del robot me parece familiar y luego llego a la conclusión de que es la voz del locutor Teo Veras, el de la emisora La noventa y uno.

Una amable joven nos invita a disfrutar del contenido de la primera sala.

Las imágenes que se observan en la entrada de esta son imágenes de la prehistoria. Las señales de humo y los caracoles eran medios de comunicación de nuestros antepasados.

En Mesopotamia la escritura era cuneiforme y poseía 3100 caracteres y en Egipto era el jeroglífico. Con la colonización Española llega el castellano a nuestro país.

La bombilla de Thomas Edison será el antecedente de la electricidad y el telégrafo.

El correo surge en 1840 en Inglaterra y llega a Santo Domingo durante el gobierno de Ulises Heureaux en 1888. Más tarde aparece el telégrafo de Morse, el cual utiliza códigos de puntos y rayas.
El teléfono de magneto llega a la isla en 1882, pero se empieza a utilizar en 1884 durante el mandato de Casimiro de Moya. Su uso era solo gubernamental.

Para 1931 llega al país una compañía telefónica denominada Compañía Dominicana de Teléfonos, hoy Codetel.

En el gobierno de Carlos Morales Languasco se inicia la urbanización del teléfono.
En el gobierno de Horacio Vásquez se inicia la utilización del teléfono urbano automático, 1 de diciembre de 1937.

En 1945 se funda el Palacio de las Telecomunicaciones, el cual fue construido por el arquitecto Luís Amable Iglesias. En esa misma edificación se encuentra ubicado el Centro Cultural de las Telecomunicaciones.

El primer cable submarino fue instalado el 14 de septiembre de 1968.

En la década del 70 se establece el sistema computarizado Mecobs.
En 1975 se instala una antena parabólica en Cambita Garabito, San Cristóbal.

El teléfono público llega al país en 1980 y es también en esta época donde empiezan a utilizarse beepers y algunos teléfonos móviles.

En la década de los 90 se promulga la ley de las telecomunicaciones 153-98 y se crea el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones} INDOTEL}.


En la primera década del siglo XXI inicia la comunicación satelital rural y el celular se convierte en un dispositivo de fácil acceso y los precios se reducen.

En el 2009 entra en vigencia el reglamento de portabilidad numérico y es en esta década donde los teléfonos inteligentes hacen su gran aparición.


EL mundo de Babel

Es un pequeño espacio donde hay varias pantallas con diferentes noticiarios, pero cada uno habla en un idioma diferente. En esta misma sala se representa al siglo de la infocomunicacion.



En las salas tres y cuatro se observan algunos micrófonos, radios, vitrolas y diferentes tipos de televisores. Observamos también algunos atuendos pertenecientes a Casandra Damiron, cámaras de televisión, fotografías de los primeros humoristas que laboraron en Radio TV Dominicana.

Entre todos estos objetos, se ubican unos quioscos que poseen más de 75 mil audiovisuales en las diferentes secciones de Artes, Publicidad y Periodismo.

En esta sala hay, también un estudio de televisión y una cabina de radio con las últimas tecnologías.

Luego en la Sala cuatro vemos una demostración de Domotica. La Domotica es la sistematización de la casa y la oficina.
Mas adelante observamos diferentes modelos de computadoras hasta llegar a la era digital.

La robótica es un elemento fundamental en este museo. Podemos disfrutar de la visualización de robots que poseen sensores de color, movimientos, etc.

Además de las cuatro salas, antes detalladas, el centro posee una cafetería y un auditorio.

La visita me pareció excelente. Los orientadores muy cordiales. Considero que es un museo que ninguna persona debe de perderse la oportunidad de visitar.

“La formación de los comunicadores para el desarrollo”

Al parecer, en América Latina existen más de 300 escuelas universitarias de
comunicación, con una población superior a los 120.000 alumnos. La mayor
parte de estas escuelas buscan formar profesionales para los medios masivos,
las actividades publicitarias, la denominada comunicación empresarial y las
relaciones públicas. No existe una sola facultad que forme comunicadores para
el desarrollo, comunicadores científicos, o comunicadores pedagógicos.Y, en parte,
ahí se encuentra la explicación a tanto desastre comunicacional como encontramos
en esas actividades.
¿Cómo puede ser eficiente, en términos financieros y en términos humanos,
un proceso de educación en el cual el profesor es un emisor disparando
mensajes ininteligibles a un receptor pasivo, del que se ignoran los procesos
de aprendizaje?
¿Cómo pueden ser adecuados los mensajes de los proyectos de desarrollo,
que son encargados a especialistas en la manipulación publicitaria?
¿Cómo pueden ser oportunos los mensajes de información científica cuando
quienes los toman de los científicos ignoran sus jergas, para poder traducirlas, y
sólo consideran noticia lo que es espectacular o se sale de lo normal?
¿Cómo mantener informada a la población, si los informadores no están
informados y producen mensajes que nadie entiende, fuera de contexto, sin
utilidad, sesgados y poco oportunos?

Y ya es difícil comprender la razón por la cual siguen proliferando estas
escuelas o facultades de comunicación para cuyos graduados no hay fuentes
de trabajo.
La sociedad necesita de escuelas que formen esos comunicadores que no
existen, al menos en las cantidades que se necesitan.—Extracto de
“La formación de los comunicadores para el desarrollo” por Manuel
Calvelo, fundador de CESPAC.

Buzos del vertedero Duquesa


Buzos del vertedero Duquesa: un claro ejemplo de falta de oportunidades

solamente al vertedero de Duquesa
acuden diariamente alrededor de 200 hombres a buscarse “el pan de cada día”.
Estos “buzos” son empujados por la exclusión social y la falta de oportunidades
a vivir de la basura, en búsqueda de un mejor nivel de vida. Hay que destacar que
la labor de estos buzos constituye el primer eslabón de un ciclo de reciclaje que
finaliza con la utilización de estos desechos en las grandes industrias que utilizan
estos materiales (metales, vidrios, cartón, plástico). Sin embargo, los buzos
corren más riesgos y reciben la menor proporción de las ganancias que deja el
“negocio” del reciclaje.
El vertedero de Duquesa recibe desechos provenientes del Distrito Nacional y la
provincia de Santo Domingo. Según declaraciones del síndico del Ayuntamiento
de Santo Domingo Norte

, este vertedero recibe alrededor de 3,500 toneladas de
desechos sólidos por día. Duquesa, a diferencia de los demás vertederos en el
resto del país, es administrado por una compañía privada. Sin embargo, se siguen
evidenciando ineficiencias en el manejo de los residuos, y se permite la realización de trabajo inseguro de cientos de buzos en el vertedero.
La administración del vertedero de Duquesa, además de permitir el trabajo inseguro dentro de las instalaciones, ha creado un ambiente de inseguridad en las
comunidades que le rodean. Según relatos de estudiantes universitarios que realizaban una investigación sobre las condiciones de vida en un batey próximo al
vertedero, las personas que habitaban allí mostraron temor a ser entrevistados/as
e incluso llegaron a afirmar que habían recibido instrucciones de la empresa de
no dar declaraciones de ningún tipo a ninguna persona externa a la comunidad.
El trabajo de los buzos del vertedero Duquesa es la consecuencia de la exclusión
social, la falta de oportunidades y la falta de estructura de manejo de desechos.
Diariamente, estos hombres se enfrentan a montañas de basura en donde hurgan por conseguir las mejores “mercancías” para luego venderlas. Además de los
riesgos para su salud, también se exponen a la violencia producto de la competencia con los demás buzos por los desechos de mayor valor. Mientras los hombres recogen los desechos de más valor en el mercado de reciclaje (metales,
vidrio, cartón, plástico) las pocas mujeres que “bucean” en la basura recogen las
cosas de menos valor (ropas, cortinas, zapatos). Las que no se dedican a la labor
de “buzo” establecen negocios de venta de comida en el vertedero.